En el caso de Lucho, el vínculo con los muebles tiene más que ver con el trabajo artesanal que su abuelo hacía en su carpintería, de él heredó la habilidad para maniobrar la madera y varias de sus primeras herramientas. “Creo que el tema de los muebles surgió un poco por lucho: en un momento en que trabajaba en el vivero de su viejo y no sabía muy bien para donde ir con toda la música y demás”, reflexiona Carola. “Empezamos haciéndolo los fines de semana, en la casa de mi familia, en Benavidez. Después nos dimos cuenta de que nos gustaba y, evidentemente, lo hacíamos bastante bien, con lo cual empezó a crecer”, se acuerda él. El salto importante llegó cuando se encontraron con que la demanda era bastante y el mundillo de la compra de muebles agotador: “Ese trabajo de seleccionar los muebles que íbamos a trabajar entre tantos y el ejercicio de desarmar o encolarlos, fue un aprendizaje enorme pero justamente eso fue lo que nos animó a probar hacerlos de cero. Lo hicimos con algunos de nuestros diseños insignia y salieron muy bien y ahí fue que empezamos a fabricar”, cuentan.
“ ¡A veces abusamos de esa confianza de pareja y nos matamos! nos decimos cosas que no le dirías a un socio o empleado ”
“A nosotros trabajar juntos nos resulta bien, pero creo que más que nada porque tenemos personalidades muy complementarias. Eso hace que funcionemos bien en la vida y como socios”, reflexiona Carola. “También nos pasa que a veces abusamos de esa confianza de pareja y nos matamos: nos decimos cosas que no le dirías a un socio o empleado”, confiesa él. “¡Totalmente!, porque además todo se mezcla con todo y las cosas que te molestan en tu casa son las mismas que te recriminás en el trabajo”, se ríen. Estamos en la cocina, donde Caro y Vera preparan una torta de manzanas. “El año pasado dio clases de cocina para chicos acá en casa, en un momento llegaron a ser como 10”, cuenta él cuando comentamos lo dominada que tienen la cocina juntas.
“ Es gracioso porque yo siempre odié los lugares comunes y los mandatos, y hoy me doy cuenta de que caí en todos ”
La llegada de Vera después de 12 años juntos fue todo un cambio para la empresa y la pareja, que coincidió además con la obra y mudanza de Núñez a Vicente López. “Vera fue re planeada pero obviamente que fue un cambio. Me doy cuenta más que nada por como volvimos a plantearnos un montón de cambios hoy que ella ya tiene tres”, reflexiona. “Es gracioso porque yo siempre odié los lugares comunes y los mandatos, y hoy me doy cuenta de que caí en todos: el novio de toda adolescencia, la hija a los treinta… ¡Cumplo todos los estereotipos!”, dice riéndose. Igual que en los muebles que aprendieron a hacer a prueba y error, observando y corrigiendo hasta dar con el punto buscado, a veces no se trata de inventar cosas nuevas sino de hacer a nuestro modo eso que funcionaba y estaba bien.