El ante proyecto que present\u00f3 en ese momento, se tradujo primero en algunas restauraciones y despu\u00e9s en obras completas: \u201cEstudi\u00e9 las particularidades de las tres regiones de la provincia -la cordillera, la meseta y la costa- y busqu\u00e9 responder a esos paisajes y climas en los materiales y en el dise\u00f1o. Fue un proyecto muy interesante<\/em>\u201d. Con sus discusiones e idas y vueltas, su trabajo de imagen arquitect\u00f3nica le aport\u00f3 cosas que el trabajo con particulares jam\u00e1s permitir\u00eda. \u201cLas agarradas que tuve con la Secretaria de Infraestructura no me las olvido m\u00e1s. \u2018Mehaudy: usted es un snob\u2019, me ha llegado a decir y yo casi que la amenazaba con salir a denunciarlos en diarios. Yo quer\u00eda trabajar con piedra de ac\u00e1 en vez de hacer revoques blancos y a ella le parec\u00eda una pavada, pero bueno\u2026 Finalmente ah\u00ed est\u00e1n<\/em>\u201d, se r\u00ede.<\/div>\n
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\u201c\u00a0Estando afuera me empez\u00f3 a interesar el tema de la identidad arquitect\u00f3nica, porque me di cuenta de que ac\u00e1 no ten\u00edamos nada de eso: la Patagonia tiene lo paisajes m\u00e1s imponentes pero lo \u00fanico parecido a un car\u00e1cter o identidad son las t\u00edpicas construcciones inglesas \u00a1que ni siquiera son nuestras!\u00a0<\/em>\u201d<\/h5>\n
La historia de los Mehaudy en la Patagonia no empieza con Jos\u00e9 sino que se remonta tres generaciones atr\u00e1s, cuando su abuelo, Isaac y su abuela, Celia Gracia, decidieron venirse de Paran\u00e1 al pueblito de Gobernador Costa. \u201cMi abuelo era un m\u00e9dico que dedic\u00f3 su vida a dar acceso a la salud a gente que no ten\u00eda nada. En una salita arm\u00f3 un hospital que al d\u00eda de hoy lleva su nombre, muri\u00f3 sin nada<\/em>\u201d, asegura. Por su parte Celia era maestra, y trabajo en la escuelita del pueblo adem\u00e1s de criar dos hijos. Su padre, abogado, es quien se fue a vivir a Trelew, donde conoci\u00f3 a su mujer y nacieron Jos\u00e9 y su hermano. En los 54 a\u00f1os que tiene, Jos\u00e9 reparti\u00f3 la mayor\u00eda del tiempo entre su ciudad natal y Buenos Aires, la ciudad a la que se fue por primera vez cuando empez\u00f3 la carrera de arquitectura y volvi\u00f3 a\u00f1os m\u00e1s tarde buscando un cambio. \u201cChubut fue siempre el lugar en el que m\u00e1s trabaj\u00e9 y tengo un arraigo muy fuerte, pero tambi\u00e9n sufr\u00ed mucho. Es muy dif\u00edcil ser gay en ciudades as\u00ed, m\u00e1s hace 20 o 30 a\u00f1os<\/em>\u201d, confiesa. \u201cEn esa \u00e9poca no hab\u00eda nada ni nadie con quien relacionarte: no ten\u00eda una vida social, sexual, nada. Lo \u00fanico que me quedaba era ser el t\u00edo solter\u00f3n en las reuniones familiares, ten\u00eda que dedicarme a comer y trabajar<\/em>\u201d, cuenta. Y las dos cosas las hizo en exceso: durante m\u00e1s de diez a\u00f1os trabaj\u00f3 sin descanso y le hizo las casas a toda la sociedad de Trelew, adem\u00e1s de los proyectos de reservas provinciales, mientras que aument\u00f3 de peso al punto de terminar con problemas de salud. \u201cLleg\u00f3 un momento en que me encontr\u00e9 con una vida tan triste: estaba gordo y encerrado en el trabajo\u2026 Pero toqu\u00e9 fondo y decid\u00ed que no pod\u00eda seguir con esa vida. Dej\u00e9 todos los trabajos que ten\u00eda y me fui a Bueno Aires, a empezar un tratamiento y una nueva vida<\/em>\u201d, se acuerda.<\/p>\n
\u201c Chubut fue siempre el lugar en el que m\u00e1s trabaj\u00e9 y tengo un arraigo muy fuerte, pero tambi\u00e9n sufr\u00ed mucho. Es muy dif\u00edcil ser gay en ciudades chicas<\/span><\/span><\/em>\u00a0<\/em>\u201d<\/h5>\n
Casi treinta a\u00f1os separan al Jos\u00e9 que viv\u00eda en el\u00a0squad<\/em>\u00a0del que est\u00e1 ac\u00e1 sentado: tres d\u00e9cadas que incluyen idas y vueltas de Chubut a Buenos Aires, amores, desencantos y mucho trabajo. Su \u00faltima mudanza lo tuvo viviendo casi diez a\u00f1os en Buenos Aires y despu\u00e9s en Rosario, donde se fue con su pareja. Terminada esa relaci\u00f3n, Jos\u00e9 decidi\u00f3 volver a Trelew hace casi dos a\u00f1os. \u201cCuando me separ\u00e9 pens\u00e9 en volver a Buenos Aires pero no ten\u00eda mucho sentido: la mayor\u00eda de mi trabajo estaba ac\u00e1, mi mam\u00e1 estaba ac\u00e1 y necesitaba que estemos cerca. Adem\u00e1s con 54 a\u00f1os ya empiezo a pensar en mi yo viejito, necesito generar cierta estabilidad<\/em>\u201d, explica. M\u00e1s tranquilo que en otros momentos y muy consciente de lo que no quiere, esta vuelta a su lugar lo encuentra distinto. \u201cVolver no fue f\u00e1cil y todav\u00eda no lo es. Evidentemente hay algo de la Patagonia que me tira que es m\u00e1s fuerte: algo que siempre me hace volver aunque me cueste<\/em>\u201d, concluye.<\/p>\n\n\t\t